Si te dijeran que puedes parecer tres kilos más delgada y cinco años más joven en un abrir y cerrar de ojos... Lo creerías?
Nuestras madres tenían razón: Cuánto mejor nos vemos al sentarnos derechas, adelantando la barbilla, cuadrando los hombros!
Ver una mujer o un hombre elegante enseguida llama la atención; poco nos importa su peso o su edad. Se mueven con garbo y le dicen al mundo que son alguien, que tienen presencia.
Enconvarse comprime los órganos internos, impide respirar hondo y pone en peligro la integridad de la columna vertebral. Quienes se paran así parecen tristes, abatidos, o vagos!
Cuando te paras y sientas derecha pareces seguridad de ti misma (lo seas o no).
Fíjate en este momento en tu actitud... cómo estás sentada? Están tus hombros y caderas alineados y relajados? No se trata de juzgar tu postura, sino de tomar conciencia en lo que debemos cambiar. A veces una mala postura y un andar indiferente son indicio de depresión o de una profunda tristeza.
Y qué hay de los tres kilos?!
Cuando te paras derecha estiras tu torso (beneficio adicional: pareces más alta), adelantas el pecho y te obligas a meter panza. Además tu andar se vuelve más elástico y rítmico, lo que te rejuvenece aunque no hayas tenido esa intención...
Entonces... Qué esperas?
- Tus orejas deben estar a la altura de tus hombros mientras miras al frente
- Verifica que tu cuerpo esté erguido
- Los hombros deben estar ligeramente hacia atrás, es decir, saca tu pecho hacia afuera
- Contrae el abdomen. Esto además de hacerte ver más delgada, mejora tu postura
- Mantén tu cuerpo estirado; tu barbilla paralela al piso y ligeramente hacia arriba
- Da pasos moderados. Ni muy cortos o demasiado largos
- Lleva un ritmo entre tu brazo derecho y tu pie izquierdo y viceversa
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