jueves, 4 de junio de 2015

No te caigas

Hay estudios que demuestran que para las mujeres de más de setenta años, uno de sus mayores miedos es caerse. Podemos evitar el miedo, y muchas de las caídas, empezando ahora a hacer de la prevención algo natural:


  • Hacé pesas: El entrenamiento con pesas trabaja las mismas fibras musculares que te ayudan a reponerte si empezás a caerte. Mantenéte fuerte y erguida.
  • Practicá taichi: Esta serie de graciosos movimientos, pausados a modo de baile que tienen su origen en las artes marciales chinas es un estudio del equilibrio para mente y cuerpo.
  • Realizá otros ejercicios de equilibrio: El yoga tiene algunos ejercicios estupendos; ahora bien, podés reposar sobre una pierna mientras cocinás o hablás por teléfono. La versión avanzada: reposar sobre una pierna con los ojos cerrados.

  • Volvé a la infancia: Divertite mejorando tu equilibrio caminando en una línea recta o curva; podés simular que estás sobre una barra de equilibrio.
  • Hacé lo lógico: Apoyate en el pasamanos, tené las manos fuera de los bolsillos (los brazos son puntos de equilibrio y pueden ayudar si tropezás), y prestá mucha atención cuando veas el piso mojado o la vereda helada.
  • Tené cuidado con la ropa peligrosa: No es broma. Si tenés una falda larga que se ciñe al cuerpo, la llevás con una enagua debajo o más vale que te olvides de ella. Tenés que evitar los pantalones con piernas tan anchas que puedas pisártelas. Lo mismo vale para los zapatos de taco, o incluso para los zapatos planos con cordones demasiado largos.
  • Prepará un entorno a prueba de caídas: Deshazte de cables en los que puedas tropezar, tirá a la basura las alfombras que te puedan tirar al suelo, y no te apoyes en alguien que podría caer.
  • Cuidá tu esqueleto: La buena alimentación te dará huesos fuertes, de esta manera, si das un traspié, no sufrirás ninguna fractura.

Dicho esto, no quisiera decir a ninguna persona de ninguna edad que deje de hacer lo que más le gusta, incluídas actividades como esquiar o patinar, que podrían provocar una caída. De hecho, si yo tengo que caerme en la vejez, preferiría hacerlo de mis patines que de mis zapatos ortopédicos.

PALABRAS REVITALIZANTES: Camino segura hoy y todos los días de mi vida.

Fuente: Cada día más joven. Victoria Morán.

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