A los cuarenta, y de la forma más sorprendente, nos planteamos una pregunta surrealista: ¿Todavía me lo puedo permitir ?, y más que el hecho de saber la respuesta, lo que nos asombra es habernos planteado la pregunta. En realidad, aún no es tarde, ¡ aunque más vale tarde que nunca ! Es muy importante no aferrarnos a lo que nos favorecía tanto diez años antes. Hemos cambiado, los tiempos han cambiado, y también la moda. Podemos reivindicar un estilo determinado, pero caer en el aburrimiento, en la falta de interés por las novedades, en la ausencia de deseo, en la rutina y en el miedo al cambio o al error, ¡ eso NO ! Hay que aceptar que una puede equivocarse.
Hay que saber variar el estilo cuando nos hacemos mayores. No se trata de cambiar, sino de evolucionar.
Regla de oro N° 1
- No seguir jamás los convencionalismos.
- No descuidarse jamás.
Regla de oro N° 2
Encontrá siempre el accesorio que transforme tu imagen. Hacé que se note . . . ¡ los viejos rockeros nunca mueren !
Ejemplo: Si con frecuencia te vestís con colores neutros; azul marino, negro, camisa blanca, usá una camisa fucsia y sorprendé a todo el mundo. De entrada, ¡ a nadie le interesará ya la edad que tenés !
Fuente: Guía de estilo de Inés de la Fressange.
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